Esta localidad de la provincia de Buenos Aires nace en 1817, con el objetivo de conformar una barrera que contuviera el avance de los indígenas del sur del Río Salado. Actualmente su actividad se basa principalmente en el comercio, la agricultura y la ganadería.

En este sentido, se presenta como un sitio ideal para disfrutar de unos días de campo en cómodas y confortables estancias que brindan los más diversos servicios al visitante.

El turismo rural de Dolores propone entrar en contacto con la naturaleza a través de diversas actividades como cabalgatas, caminatas y los imperdibles safaris fotográficos.

La estación ferroviaria local aún se conserva en perfecto estado y actividad. Además, las fiestas populares se han convertido en una tradición de esta ciudad que se conecta con la Bahía de Samborombón por el Canal 9.

Pero no todo es aire campestre, en el conglomerado urbano hoteles, hospedajes y cabañas proponen una agradable estadía; la gastronomía respeta las tradicionales comidas argentinas; y el Museo y el Teatro invitan a disponer de su oferta.

Los exquisitos asados criollos son un gran atractivo y nunca dejan de sorprender a los visitantes. La propuesta se completa con un sinfín de recetas caseras, entre las que se destacan las tradicionales empanadas, el locro, los pastelitos y los panqueques con dulce de leche.

La Plaza Castelli, el Golf Club, los lagos cercanos y el Aero Club se posicionan como lugares indicados para disfrutar de variadas actividades al aire libre. A estas opciones se suma la pesca, debido a la cercanía de varios cursos de agua.

Estos espejos de agua cuentan con una variada fauna que posibilitan la pesca desde costa o embarcada. Se pueden capturar pejerreyes, bagres, tarariras, carpas y dientudos. Ya en la Bahía, la posibilidad de capturar corvinas convoca a los pescadores de toda la región.