Calle 6 N° 554, La Plata, Buenos Aires, Argentina

Alberti: destino de turismo arquitectónico

Esta pequeña localidad bonaerense conserva obras del reconocido arquitecto Francisco Salamone, además de un notable patrimonio Art-deco.

Es uno de los tantos pueblos de la provincia de Buenos Aires que nació en torno a una estación de ferrocarril, entre las localidades de Chivilcoy y Bragado y a orillas del Río Salado.

Alberti cuenta con tres obras de Francisco Salamone, el arquitecto italo-argentino que en tan solo cuatro años construyó más de 70 obras en la provincia de Buenos Aires, marcadas casi todas por el monumentalismo.

Principalmente construyó edificios municipales, portales de cementerios y mataderos. En Alberti dibujó la Municipalidad, el monumento a la bandera, la fachada de la escuela frente a la plaza y la morgue del cementerio.

Este recorrido sirve de base para conocer el pueblo, que tiene también un restaurante que conservó el aspecto de las pulperías de principios de siglo XX y un conjunto de fachadas art-déco de los años 1930 y 1940.

Actualmente, la localidad vive de la agricultura y de varias industrias, con un pequeño polo de producción de plásticos.

Desde el monumento a la bandera, en el centro de la plaza, se crean interesantes perspectivas con el palacio municipal con su llamativa torre, muy representativa del estilo de Salamone, y con la iglesia Nuestra Señora del Rosario.

De esta forma, la ciudad se presenta como una excelente propuesta para quienes buscan la tranquilidad, el aire puro y el encanto de la llanura pampeana.

El Parque Municipal es uno de los espacios verdes más elegidos para disfrutar de los largos días soleados: un extenso predio forestado con grandes arboledas se combina con un pintoresco lago y algunas farolas completando un paisaje ideal para disfrutar en familia.

Quienes ansíen conocer las tradiciones y costumbres locales podrán emprender un circuito regional que transita por Colonia de Plá; luego se dirige por la Ruta de la Sal, a orillas de la laguna de Palantelén; atraviesa la localidad ferroviaria de Mechita, y luego culmina en Alberti para exhibir una apasionante muestra de artesanías.

Pero aquí no se agotan las posibilidades en este lugar, los arroyos y ríos que lo rodean son una tentación para los amantes de la pesca deportiva. El río Salado espera con su rica fauna íctica para satisfacer a todos los pescadores.