Tranquilidad, agua y buena gastronomía en Capitán Sarmiento
Capitán Sarmiento se caracteriza por su tranquilidad pueblerina y la cercanía al Gran Buenos Aires, con atractivos naturales obra de los arroyos que atraviesan la ciudad, bordeada por lomadas que desembocan en el río Arrecifes, afluente del Paraná.
Además de concentrar gran parte de su población en la actividad agropecuaria, tiene la particularidad de reunir en su territorio numerosas haras o establecimientos de cría de caballos de raza: petisos de polo y caballos de carrera.
La historia de esta ciudad está ligada a las poblaciones indígenas de la zona Cahuané, luego a la conquista española, y más tarde al tendido de las vías del ferrocarril, en 1882. El afloramiento de la población se remonta, no obstante, a 1884, fecha en que Gerardo Gómez establece un comercio junto a la estación de ferrocarril que unía a San Antonio de Areco con Pergamino.
La creación del Partido Capitán Sarmiento se estableció en 1961 con tierras pertenecientes hasta entonces al distrito de Bartolomé Mitre, hoy Arrecifes.
Actualmente Capitán Sarmiento también es atractivo para el turismo por su propuesta de playa y campamentismo para la familia. Desborde de naturaleza y aire libre, aguas cristalinas de vertiente natural y elegantes piscinas, posibilidad de práctica deportiva, y lo más importante, descanso del ruido y la agitación de las grandes ciudades.
Solarium natural, arroyo y lago artificial con agua de manantial refrescan su imagen con tonalidades turquezas irresistibles, que llaman además desde las dos piscinas insertas en el balneario de Capitán Sarmiento.
Con un variado calendario de eventos, que van desde lo deportivo a lo cultural y gastronómico, es el ardid más efectivo de este distrito que siempre sabe conquistar al visitante. Destacan en la programación anual el Encuentro Nacional de Artesanías Cahuane, las Cabalgatas Criollas que se repiten en distintos meses, la propuesta de Rural Bike, el Motoencuentro de cada diciembre, y el torneo de polo Copa Charro Mexicano.
La ciudad ofrece a sus visitantes tranquilidad, naturaleza, cultura, recreación y el más placentero descanso. Un destino ideal para escaparse al campo, caminar por el paisaje de las pampas, participar de las labores cotidianas, pasear en sulky, pisar la huerta, alimentar animales de granja, o simplemente respirar aire puro.
Grandes tambos, excelente miel de exportación, fábricas artesanales de dulces, quesos y facturas de cerdo como para degustar el buen sabor del campo, acompañan la propuesta de turismo rural de este pedacito de Buenos Aires
Ciudad sencilla y segura, con clubes y biblioteca. Zona de tierra verde y arroyos, de tranquilidad y siesta obligada. Un buen destino de escapada.